¿Quiere el cliente comprar?
Pues argumentar con criterio y convencer con beneficios reales.
Nuestros argumentos deben ir encaminados a:
- Detectar las verdaderas necesidades del cliente o a crearlas.
- Conocer sus inquietudes y darle soluciones.
- Motivarle con nuestra explicación e interesarle, que se sienta feliz.
- Conocer sus expectativas y superarlas con nuestro producto, servicio o atención.
- Tener en cuenta otras ofertas de la competencia que el cliente esté considerando, conocerlas a fondo.
- Descubrir experiencias negativas y positivas que anteriormente haya tenido nuestro cliente a la hora de comprar.
Conocer las ofertas de la competencia nos permitirá adelantar la negociación a nuestro favor y darle siempre un valor añadido.
Estar por encima de las expectativas del cliente se consigue manejando con habilidad nuestro servicio o producto y teniendo la capacidad comunicadora apropiada para saber hacerlo llegar.
La motivación le vendrá a través de nuestro entusiasmo, de la forma de presentar el producto y la convicción de nuestro verbo.
Las inquietudes del cliente debemos hacerlas nuestras y por tanto, hay que buscar soluciones y aclarar puntos antes de que esas inquietudes se conviertan en barreras infranqueables.
Y lo más importante; detectar las verdaderas necesidades del cliente, al menos, lo que realmente quiere, le satisface y espera.
O sea, lo que se conoce como feed back. ¿Lo pones en práctica? No te quedes atrás.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Gracias por tu participación!